viernes, 28 de octubre de 2011

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Y cuando menos lo pienso, me doy cuenta de cómo pasa veloz el tiempo…
A los seres que amamos, los tenemos al lado, muchas veces hasta los ignoramos, no nos portamos con ellos como lo merecen. Y sin darnos cuenta, llegará el día en que los añoremos y cuando queramos sentirlos cerca, ya no estarán, se han ido, el tiempo ha pasado y será demasiado tarde, ya no se podrá decir lo que nunca se dijo, y mucho menos se podrán dar los detalles que en su tiempo no dimos.
Construimos sueños lejanos, los acariciamos desde lejos, posponemos nuestra lucha por ellos, hasta dejamos ir las oportunidades, porque creemos que después será mejor y habrá más tiempo, pero cuando menos lo pensemos, y queramos intentarlo de nuevo, todo habrá pasado, será demasiado tarde.
Y no es pesimismo decir lo que digo, tampoco es una lucha contra el tiempo, es ante todo, saber valorar el sagrado momento de vida, que no se repite, se nos da para usarlo bien y vivirlo como Dios quiere.
Los niños no se quedarán siendo niños, cada día van creciendo… y tarde o temprano, se irán del nido y volarán lejos, ya no volverán a ser niños, y el tiempo que no compartimos con ellos, no será igual, ya habrán crecido.
En una semana no se recuperan las materias que por no estudiar en todo el año perdimos, y cuando queramos reaccionar, el año estará reprobado, habremos caído, y si no reaccionamos, quizá hasta fracasamos…
La vida no es comprada, nada es eterno… todo pasa en el tiempo…
Y aún hay quienes dicen que viven aburridos, que no hay nada que hacer, o que sienten que todo esta hecho, que solo esperan lo que ha de venir…
Pero el tiempo es sagrado, cada segundo se vive solo una vez, jamás se nos repite, y aunque Dios por su inmenso amor nos regale millares de segundo, el tiempo perdido no volverá, y nadie por mucho que crea saber, podrá adivinar lo que le falta por vivir…
Muchas veces no pensamos en lo que hoy tenemos y que mañana tal vez no esté; seres queridos, oportunidades, amor, cariño, atenciones, trabajo, tesoros que no valoramos en su tiempo y que cuando queramos disfrutarlo, ya no los tendremos, habrán pasado, se los habrá llevado el mismo tiempo.
Lo que no valoramos, las palabras que nunca dijimos, el cariño que no demostramos, las personas que estando a nuestro lado nunca disfrutamos, el esfuerzo que no hicimos en su momento, el sueño que desde lejos abrazamos, lo que podíamos hacer ayer y no hicimos, aquello que pospusimos por pereza o cansancio… todo ello, va abrazado con el tiempo. 
Por ello, aprovecho al máximo mi hoy, el tiempo que se me ha dado para decirte que soy una obra del amigazo, esa que desde siempre imaginó y soñó así tal como soy, y aunque tal vez alguna vez no entendí lo que de mí quería Dios, hoy comprendí que todo tiene su tiempo, que no hay que desesperarse ni confiarse demasiado por aquello que queremos, porque Dios a cada cosa le da su momento; simplemente hay que estar atentos, para que no nos tome desprevenidos el tiempo.

viernes, 14 de octubre de 2011

Los días grises..


Los hay, desde luego. ¡Y muy frecuentes!
Hay días en los que brilla el sol,la vida sigue como siempre: las cosas no han cambiado, nada urgente nos falta en apariencia y sin embargo... Nos sentimos mal, como incompletos, como... insuficientes, como desalentados y extraños.
Ese día en que abres los ojos y no sabes por qué, traes un desánimo que te nació en el sueño, que te brotó en lo alto de la noche y se filtró a tu alma gracias a quién sabe que asociaciones oscuras y angustiosas.
Ese día en que te cuesta trabajo levantarte. ¡Ayer estaba todo bien! Ese día en que presientes que nada va a ir como tú lo deseaste, ese día que no tiene color, cuyas primeras horas son de laxitud, recelo o ligera zozobra.

Ese día, es un día que nació gris.
Nunca se puede evitar esto. La química de nuestro cuerpo, la inercia de nuestra psique, la reacción desconocida de factores internos a estímulos que no descubrimos todavía, nos quieren pintar este día de gris. Gris opaco. Gris depresivo. Gris pasivo. Gris marginal.
Pero...
Lo que sí puedes hacer, cuanto antes,
 es tomar tú mismo, tú misma, la decisión de activar tus propios pinceles y aprovechar ese gris neutro para inundarlo de figuras diversas: ¡Flechas verdes, curvas doradas, zig-zags blancos, puntos azules!

Puedes convertir en unos cuantos segundos o minutos ese panorama triste en un deseo realizable, un canto que te estimule, un silencio que te hable.
No hay días grises... ¡todos son iguales!
Quien les da color eres tú.
Quien es capaz de alegrarse con la lluvia o admirar la tempestad, eres tú. Quien se echa a llorar bajo un sol espléndido o un cielo maravilloso, eres tú. Porque no son los días los que te dan color. Eres tú quien puede pintar como desees, cada día.
Si sientes que comienza todo gris...
¡Decídete y llénalo de color!
Cierra los ojos. Respira hondo, piensa claro...
¡Y vive como nunca el día de hoy
!
¡Los mejores colores de la vida están siempre dentro de ti mismo!
Abrir los ojos a otro día, es un regalo que no siempre vas a tener.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Amiga Mía..

Dicen que al mal tiempo buena cara, que después de la tormenta siempre llega la calma, pero que al fin y al cabo las cosas nunca cambian. Que todo lo que sube baja, pero que agua que pasa no mueve molinos. También dicen que todo el mundo merece una segunda oportunidad, pero que segundas partes nunca fueron buenas; que quien tiene boca se equivoca y que rectificar es de sabios. Que querer es poder y hace más quien quiere que quien puede, pero que quien todo lo quiere todo lo pierde, además que de donde no hay no se puede sacar. Que quien no arriesga no gana, que quien la sigue la consigue. Que no por mucho madrugar amanece más temprano, pero que a quien madruga Dios le ayuda. Que si te pica te rascas, que todo lo que escuece cura. Que no hay mas ciego que el que no quiere ver, que a palabras necias oidos sordos pero que a buen entendedor pocas palabras bastan. Que la confianza da asco. Y que quien no corre vuela, que ya se sabe que las apariencias engañan y que por supuesto que no es oro todo lo que reluce. Y mira que quieres que te diga si quien avisa no es traidor, que si te e visto no me acuerdo, y que a rey muerto rey puesto. Que más vale sola que mal acompañada.

miércoles, 5 de octubre de 2011